Los Países Bajos son conocidos por sus altos estándares de vida, buena infraestructura y una economía estable que atrae a muchos expatriados. Sin embargo, las altas tasas de impuestos hacen que cualquier se lo piense dos veces antes de irse a trabajar allá. Por fortuna, algunos expatriados tienen derecho a una reducción de impuestos.
Esta prestación de impuestos se llama Fallo del 30% (De 30% Regeling). Esto permite que los empleadores pagen a sus empleados foráneos 30% de su salario libre de impuesto sin tener que presentar evidencia de sus gastos. La idea es que los expatriados suelen tener gastos que los locales no, como mantener una casa en el extranjero o hacer llamadas de larga distancia a amigos y familiares. Claro, si tus gastos son mayores del 30%, puedes poner un reclamo presentado la documentación necesaria.
El objetivo principal del Fallo del 30% es atraer empleados con habilidades específicas o experiencia para trabajar en los Países Bajos, así que este fallo no aplica a todos los expatriados. Para calificar, existen varias condiciones que deben cumplir el empleador y el empleado. Antes que nada, el empleado necesita ser contratado desde el extranjero o reubicado a los Países Bajos de un despacho Holandés, por ende, debe probar que vivía en otro país anteriormente. Desde el 2012, ésta condición para ser elegible para el fallo del 30% se ha vuelto más estricta: antes de comenzar el trabajo en Holanda, deben haber vivido mínimo a 150 kilómetros de cualquier frontera holandesa durante más de 16 meses. La condición de 150 kilómetros es clara; 1 kilómetro es demasiado cerca y puede perjudicar la calificación, aunque se hayan mudado más de 150 kilómetros, como por ejemplo, desde el sur de Bélgica hasta el norte de Holanda. El lugar de residencia durante esos 16 meses no siempre es claro. Aparte de esta condición, el empleador debe comprobar que el empleado es importante para la compañía y que no pudieron encontrar a nadie en los Países Bajos para esa posición.
Como se mencionó anteriormente, el empleado debe cumplir con ciertas habilidades específicas o experiencia que sea escasa en el mercado Holandés. Para determinar si esas habilidades califican, la autoridad fiscal holandesa también tomará en cuenta otros factores, como la experiencia de trabajo, edad, salario, nivel de educación, etc. Desde el 2012, ésta llamada criteria de conocimientos específicos cambió a criterio de sueldo, asumiendo que un sueldo mayor va de la mano con un nivel más alto de habilidades. El límite es de €36.705,-- o más. Parece sencillo, pero ya que se relaciona con el salario que lleva impuestos después de aplicar el fallo del 30%, debe aplicarse de forma cuidadosa y correcta. Se cometen errores fácilmente (tanto por empleados y empleadores como pagadoras) y puede tener a un expatriado bienintencionado con una decisión de retiro del fallo del 30% y una deuda de impuestos cuando la autoridad tributaria saque las cuentas correspondientes. Consultar a un especialista en impuestos para extranjeros es una buena idea, incluso si el fallo del 30% es negado y necesita de una segunda opinión.
Además de la reducción de impuestos - que es sustancial considerando que el impuesto a la renta puede ser hasta de 52% en los Países Bajos - existen otros beneficios asociados con el Fallo del 30%. Por ejemplo, puedes cambiar tu licencia de manejo extranjera por una holandesa sin rehacer el examen. También puedes poner tu estado de contribuyente como “no-residencia parcial”, que puede resultar en un beneficio fiscal.
Para mayor información sobre el Fallo del 30%, segundas opiniones y aplicaciones, puede contactar a la agencia de especialistas J.C. Suurmond Tax:
http://www.suurmond-taxconsultants.com/expatriates/30-percent-ruling .
Artículo proporcionado por:
J.C. Suurmond & zn. Tax Consultants
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