Cuando alquilas un piso tienes que firmar un contrato de alquiler. Este contrato contiene información sobre el piso, además de los derechos y obligaciones del inquilino y del propietario. Un lease (contrato) es un acuerdo por escrito entre el propietario y tú.
Un contrato debe incluir lo siguiente:
En el caso de habitaciones amuebladas, también se hará un inventario, firmado por ti y el propietario, en el que constará todo lo que hay en el piso y en qué condiciones se encuentra. Hazlo por escrito, para que no tengas que pagar ningún daño cuando te vayas.
Una vez firmado el contrato, ambas partes están legalmente obligadas a cumplirlo. Por tanto, es fundamental leerlo cuidadosamente y entenderlo, aunque sea largo y difícil, antes de firmarlo. Ten en cuenta que los propietarios americanos esperan que el inquilino cumpla el contrato en su totalidad, aunque hay protección legal que limita la validez de algunas cláusulas de los contratos de alquiler (en general a tu favor).
La mayoría de los propietarios te pedirán una fianza que te devolverán, junto con los intereses que ha generado, una vez abandones el apartamento. Sin embargo, si se ha producido algún desperfecto en el piso, el propietario podrá quedarse con el dinero para repararlo.
Casi siempre te piden una fianza para pagar el coste de reparar cualquier daño que hayas podido causar durante tu estancia en el piso. Entérate de lo que cubre la fianza y de cuáles son las condiciones necesarias para que te la devuelvan. Deberías inspeccionar la vivienda con el propietario y poner por escrito cualquier desperfecto, e incluso sacar fotos.
Muchos estados obligan al propietario a depositar la fianza en una cuenta separada de ahorro y a abonarte los intereses que genere mientras dure tu estancia en la vivienda. Algunos propietarios exigen fianzas de uno o dos meses de alquiler.
El alquiler ( rent) es lo que pagas al propietario todos los meses. El alquiler bruto ( gross rent) es el alquiler más los gastos, como la recogida de basuras, electricidad, calefacción y agua (dependiendo del contrato). Estos gastos extra se denominan suministros ( utilities).
Los gastos adicionales dependen del piso y su situación, y se detallan individualmente en el contrato. Cosas como la calefacción, el gas, el agua y la electricidad suelen depender de la utilización personal. En Estados Unidos, los contadores se suelen leer una vez al mes, aunque las factura las pasan cada dos meses o trimestralmente.
La mayoría de los propietarios esperan que les pagues el alquiler con un cheque, aunque lo suelen especificar en el contrato. Algunos te obligarán a tener un seguro de arrendatario ( renters insurance) que les cubra en caso de daños a su propiedad o a las viviendas adyacentes.
El contrato también incluirá las normas generales aplicables a los residentes del edificio. Muchas comunidades de propietarios tienen normas para una convivencia respetuosa y en paz. Éstas pueden estar incluidas en el contrato. En los grandes edificios de apartamentos que tienen numerosos inquilinos, estas normas suelen aparecer resumidas en un anexo (reglas del edificio). Entre otras cosas, suelen estipular que el exceso de ruido queda prohibido entre las 22 horas y las 8am. En algunos casos también establecen quién es responsable de la limpieza de las zonas comunes, como las escaleras, la entrada y el sótano, en días determinados.
Respeta estas normas, ya que si las incumples el propietario tendrá derecho legal a echarte del piso. Esto puede extrañar a aquellos extranjeros que vienen de países menos regulados, pero no te sorprendas si tu fiesta de inauguración del piso recibe quejas de tus nuevos (y muy enfadados) vecinos.
Manager: En los edificios grandes suele haber un manager responsable de que todo funcione correctamente.
Animales domésticos: Si admiten o no animales domésticos es algo que debes hablar con el propietario y que debe incluirse dentro del contrato. Si un inquilino quiere tener un animal doméstico en el piso donde ya vive, deberá consultar con el propietario para ver si está permitido. Se considera animales domésticos a los perros, gatos, pájaros, hamsters, etc.
La mayoría de los contratos son por un año y, a no ser que se establezca otra cosa, suelen contener una cláusula que permite que el contrato se vaya renovando automáticamente mes a mes. Normalmente se requiere un preaviso de 30 días para rescindir un contrato de mes a mes. El inquilino deberá enviar por escrito al propietario una notificación para rescindir el contrato. Ten en cuenta que el propietario no puede rescindir el contrato sin ninguna razón.
Antes de mudarte, pídele una cita al dueño para inspeccionar el piso por si tiene algún desperfecto (arañazos, manchas, roturas, desgarros, etc.). Anótalo todo, aunque sea un daño mínimo, o puede que te cobren por la reparación o que no te devuelvan toda la fianza cuando te vayas. La lista de desperfectos y daños tienes que quedártela tú y ha de estar firmada por el dueño.
Cuando dejes el piso, deberás revisar los desperfectos otra vez con el dueño o manager. Si la vivienda se encuentra en un estado mucho peor del que tenía cuando te mudaste, puede que el dueño se quede con parte o toda tu fianza. En caso contrario, se hará un documento escrito que establezca la transferencia del piso sin desperfectos o daños y que la fianza se devuelve íntegramente.
Te aconsejamos que te lleves a un amigo o colega americano que conozca el procedimiento para que no haya malos entendidos lingüísticos.
Otra parte importante del contrato es la lista de llaves que te han dado. Asegúrate de que recibes todas las llaves que aparecen en el documento. Si pierdes las llaves de tu casa, será tu responsabilidad cambiar la cerradura, y si pierdes una llave de las zonas comunes, es probable que además tengas que pagar las llaves nuevas de todos los vecinos. Ten cuidado, normalmente no se pueden hacer copias en cualquier tienda, ya que muchas llaves modernas vienen numeradas y es probable que necesites el permiso del propietario para hacer una copia.
Cuando te mudes a tu nueva casa, puede ser buena idea cambiar las cerraduras, ya que no sabes cuántas llaves hay por ahí de esa cerradura. Necesitarás el permiso del propietario para hacerlo. Ten en cuenta que en EEUU hay muchas cerraduras que no se cierran automáticamente, por lo que necesitarás una llave tanto para cerrar como para abrir. Las puertas de dentro suelen tener pestillos que se cierran apretando un botón en el centro del pomo de la puerta o empujando y girando el pomo. Si encuentras este tipo de pestillo en la puerta principal deberías cambiarlo, ya que es poco seguro.