Al igual que en otros países europeos puedes pagar por tus llamadas de dos maneras diferentes: prepago y por contrato.
Prepago: Con los teléfonos de prepago tienes máxima flexibilidad dado que pagas a medida que lo requieres. Si requieres más crédito simplemente compras una tarjeta de recarga que puedes obtener en una gran variedad de sitios, desde el Corte Ingles hasta el quiosco de la esquina e incluso por Internet (Just Landed pondrá este servicio a tu disposición próximamente). El monto mínimo de crédito que puedes adquirir está usualmente entre los 5 y 10 euros.
Contrato: La otra opción disponible es la de firmar un contrato. Además de retrasar el pago hasta el final del mes te beneficias con las tarifas más bajas de los contratos (en muchos casos la diferencia es significativa) y mejores ofertas para adquirir nuevos teléfonos.
Cuando evalúes que plan te conviene más, asegúrate de leer todas las demás condiciones como la cuota mensual, el coste de conexión y el consumo mínimo. La duración típica del contrato es de un año, si lo cancelas antes de este plazo normalmente te cobraran una penalización. Si no estás seguro de cuanto tiempo te quedaras en España puede que firmar un contrato no sea la mejor opción para ti.
Los contratos son relativamente fáciles de obtener de manera individual. No te piden antecedentes de crédito o prueba de ingresos. Los operadores móviles usualmente solo requieren un documento de identidad como el DNI o la tarjeta de residencia y un estado de cuenta reciente del banco.
Todas las compañías de móviles requieren una autorización para debitar los cargos por el servicio directamente a tu cuenta corriente. A esto se llama " domiciliación" de pagos y es muy común con los servicios en España. Muchos de los recién llegados a España comienzan con un teléfono prepagado y luego cambian a contrato cuando tienen listo el papeleo.